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IFS en proceso

En Eduardo Sanz queremos transmitiros, una vez más, nuestra preocupación por mejorar día a día la calidad de nuestros productos y el buen hacer de la empresa. Por eso, hemos comenzado el proceso de certificación conforme al Protocolo IFS, para afianzar nuestros objetivos de calidad. ¿Qué es IFS y para qué sirve? La norma IFS (International Food Standard) es un sistema de seguridad diseñado específicamente para la industria alimentaria que certifica la seguridad y la calidad de los productos alimenticios procesados y los procesos de producción.

Objetivos:

  • Garantizar la legalidad, seguridad y calidad de los productos fabricados.
  • Establecer una norma común con un sistema común de evaluación.
  • Asegurar el suministro de productos seguros, acordes con sus especificaciones y conformes a la legislación, consiguiendo una reducción de costes y logrando la transparencia en toda la cadena de suministro.
  • Reducir costes y tiempo a fabricantes y distribuidores.
  • Asegurar la transparencia y rigurosidad en los sistemas de certificación.

Beneficios:

  • Facilita el cumplimiento de la legislación de aplicación.
  • Disminuye los costes de los posibles errores de cualquier cadena de producción.
  • Proporciona una comunicación organizada y con todas las partes interesadas.
  • Proporciona confianza a los consumidores.
  • Mejora la documentación.
  • Control más eficiente y dinámico de los riesgos para la seguridad alimentaria.
  • Incorpora los Programas de Prerrequisitos al sistema de gestión de la organización.
  • Ahorro de tiempo y costes, al realizar las auditorías junto con otros esquemas de Seguridad Alimentaria (BRC, GlobalGAP).
  • Integrar la seguridad alimentaria y el control de calidad.
  • Adapta las tendencias sectoriales como es caso de Food Fraud, Food Defense y la implantación de una Cultura de Seguridad Alimentaria. 
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¿Sabías qué…

Las patatas se pueden conservar durante cientos de años? 

Los incas ya conocían un procedimiento similar a la liofilización para conservar las patatas: las extendían a bajas temperaturas y en condiciones de humedad durante la noche, luego eran pisadas delicadamente por niños y mujeres para extraerles todo el agua, después se extendían al sol. La operación se realizaba varias veces hasta secarlas por completo. Con este tratamiento, denominado chuño, la patata queda porosa y, según dicen, se conserva durante cientos de años. Hoy en día se pueden comprar estas patatas de color blanquecino en algunos mercados de Perú.